Ideas para tu novela
Hasta ahora, hemos visto las partes más técnicas de escribir una novela, como las herramientas básicas que puedes usar, la construcción de personajes, tramas y diálogos, además de los errores comunes que debes evitar. Pero... ¿De dónde puedes sacar las ideas que te inspiren a escribir? ¡Muy fácil! Estás rodead@ de información por todas partes, así que vamos a ver cómo aprovecharla.
Observa tu entorno
Actualmente, recibes una cantidad de información descomunal. No es de extrañar en absoluto que algo de todo lo que ves a diario te sirva de inspiración, ya sea una noticia televisiva, una película, una serie, un videoclip, etc. Hay un sinfín de posibilidades que pueden darte la clave para iniciar tu propia historia, y la mejor manera de seleccionar estas ideas y clasificarlas como posibles candidatas es observar con atención todas ellas, sobre todo las que te inspiren, y tener un cuaderno donde apuntarlas para, después de buscar la información necesaria, desarrollarlas.
Escribe un diario
La mejor parte de tener una vivencia es el buen recuerdo que puedes compartir de alguna manera con tus lectores. Llevar un diario personal puede darte muchas ideas para la creación de tramas y personajes pero, por encima de todo, dará un punto de vista muy real de esa vivencia. No tienes por qué ponerla tal cual en tus historias, ojo. Este ejercicio no trata sobre compartir cada día de tu vida con el mundo, sino de coger aquellas partes que más te inspiren.
La imaginación es poderosa, por supuesto, pero o eres realmente increíble para meterte de lleno en tus personajes, y para desarrollar por escrito sus acciones y el entorno en el que transcurren, o no funciona igual de bien. Ten en cuenta que en tu imaginación no existen tantos detalles como en la realidad, así que un simple paseo por el parque, un viaje al extranjero o cualquier otra vivencia personal que puedas compartir puede ser un excelente punto de partida para tu novela.
Usa tus sentidos
La información que recibes cada día, como ya digo, es tan inmensa que muchas veces pasamos por alto las cosas más obvias. Por ejemplo, si vas a la playa y escribes este hecho en tu diario, con poner que el mar era azul y la arena marrón no basta. ¡Expláyate con los detalles! Huele el salitre, entierra los pies en la arena y siente el cosquilleo, el calor que encierra y que se cierne sobre tu piel, el viento que te acaricia la cara. ¡Empápate de la experiencia! Vívela con todos tus sentidos y, entonces, podrás transmitirla de una forma tan real como tú la has sentido.
¿Realidad o ficción?
¡Ambas! Imagina la infinidad de buenas ideas que pueden surgir si, en lugar de intentar retratar tu realidad (que no tiene por qué coincidir con la del resto del mundo), usas los detalles más significativos e inspiradores junto a tu asombrosa imaginación.
Una vivencia personal como la que he retratado antes, un simple paseo por la playa, puede convertirse en una incursión pirata, en el escenario para un asesinato o en el momento más romántico de tu novela.
¡Simplifica!
Digamos que tienes un gran barco navegando por el mar de la imaginación cargadito de buenas ideas y, en un momento dado, echas el ancla y dejas que el mundo lo admire. Piensa que, para alguien que no está acostumbrado a tu manera de ordenar la mercancía, lo que quieres presentar puede resultar algo lioso si no te andas con cuidado, así que no intentes complicarle la existencia a quien se atreva a echar un ojo. ¡Simplifica! Es la base del éxito.
¿Dónde? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Quién/es?
Una novela, sobre todo al principio, hay que saber situarla en el espacio y en el tiempo. Para ello, debemos estar al tanto de todo lo que necesita el lector para no perderse. Si consigues responder a estas preguntas básicas en tus primeros párrafos, tendrás un sólido inicio desde el que empezar tu novela. Esta fórmula es válida igualmente para la creación de tus personajes y tramas, así tendrás siempre presente la información básica que tu novela debe reflejar desde un primer momento.
En busca de inspiración
Como ves, hay infinidad de posibilidades, de ti depende cada detalle que la convierta en una realidad. Tu mejor inspiración eres tú mism@ y lo que puedes compartir. Tu punto de vista es importante, pero nunca olvides informarte MUY bien del tema que vas a tratar. Para ello, puedes buscar autores que hayan escrito acerca de ello, noticias actuales o antiguas, tendencias, incluso música que inspire esos momentos. En definitiva, es como intentar convertirse en una enciclopedia andante sin perder de vista lo que quieres comunicar. Una novela (en mi opinión) debe tener más que una historia bien construida. Usar todos los recursos que te ofrece internet, si lo juntas con tu propia experiencia, te dará todas las claves que necesitas para comenzar este maravilloso viaje que es escribir.
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